Árbol Sefirótico. También es llamado Etz Jaiim, Árbol de Vidas, y también
es conocido como "Los 32 caminos de la Sabiduría".
Se le considera cosmología de la cábala.
Es una representación
conceptual empleada para comprender las relaciones que se dan en el universo, principalmente la
interacción humana y especialmente los mecanismos para servir al Eterno.
Pero también sirve como
modelo para simbolizar los mecanismos por los cuales, el Eterno, descubre su
operar en el Universo.
Algunos creen que este «Árbol de la Vida» de la Cábala corresponde
al Árbol de la Vida
mencionado en la Biblia
(Génesis 2, 9).Este concepto místico más tarde fue adoptado por algunos cristianos, hermetistas, y aún paganos.
Este Árbol constituye una unidad indisoluble e indivisible y que todas sus partes son aspectos inseparables de la Unidad. Es decir, que debemos verlo como un todo.
Se compone de diez emanaciones espirituales por parte de Dios, a través de las cuales dio origen a todo lo existente. Estas diez emanaciones, para formar el Árbol de la Vida, se intercomunican con las 22 letras del alfabeto hebreo.
Enumera los 32 senderos que conducen a la Sabiduría: los diez Sefirot Belimá y las 22 letras-cifra del alfabeto sagrado. Letras y dígitos son la base de los ingredientes básicos de la creación: la cualidad y la cantidad. Las cualidades de cualquier cosa se pueden describir con palabras formadas por letras, mientras que todas sus cantidades asociadas se pueden expresar con números.
Los Sefirot Belimá, o numeraciones puras, son los atributos de la divinidad, los elementos más simples, reducidos a la escala de la inteligencia humana, que contienen el Shem Shemaf Orash, la fórmula de la Creación o el Nombre del Poder, el nombre secreto de Dios.
Esta disposición de diez esferas
interconectadas, o sefirot, representan los atributos que Dios creó y a través
de los cuales se manifiesta en el universo físico y místico.
En conjunto, las diez sefirot
proporcionan una imagen paso a paso de la creación y del sendero del individuo
hacia la iluminación.
Ninguna de las diez sefirotes
esta separada de las demás; funcionan en un estado místico de unidad dentro del
Árbol de la Vida,
formando una perspectiva mas completa del todo perfeccionado.
Las diez sefirot se dividen
en cuatro reinos: Atzilut, el mundo de lo sobrenatural
Beriá, el mundo creativo de
los arquetipos y los ideales
Yetsirá, el mundo de la
formación
Asiá, el mundo material
de la creación manifiesta.
ESQUEMA DEL ARBOL SEFIROTICO
Keter (corona), primera séfira. Es la cabeza de donde emana la
luz. A partir de allí surgen las 22 letras del alfabeto hebreo. Keter es
el NO SER, no la NADA; es el YO SOY o YO SERé. El resto de las sefirot forman una escala que une a Keter con Maljut (el Reino).
Luego convocó a Mem, la coronó y formó la tierra en el mundo, el frío en el año y el vientre en el macho y en la hembra. Más tarde coronó a Shin, formó el cielo, el calor en el año y la cabeza en el macho y en la hembra. Así, el Todopoderoso siguió estampando el alfabeto y creó medidas de tiempo, planetas, constelaciones y cualidades humanas.
Luego convocó a Mem, la coronó y formó la tierra en el mundo, el frío en el año y el vientre en el macho y en la hembra. Más tarde coronó a Shin, formó el cielo, el calor en el año y la cabeza en el macho y en la hembra. Así, el Todopoderoso siguió estampando el alfabeto y creó medidas de tiempo, planetas, constelaciones y cualidades humanas.
De Keter nacen Jojmá (sabiduría), principio macho activo, y Biná (inteligencia), principio hembra pasivo. Jojmá y Biná son los platillos de una balanza y con Keter forman un triángulo indivisible, el Rostro Oculto, el Misterio de los Misterios. |
De Jojmá nace Jesed (clemencia) y de Biná, Guevurá (rigor). Guevurá y Jesed se complementan con Tiferet: tres atributos divinos que culminan con la séfira Tiferet, que representa la belleza. |
Además, Tiferet es la armonía del Bien y de allí surgen Hod (gloria) y Netzaj (victoria). Belleza, gloria y victoria culminan en la novena séfira, que es Yesod: fundamento, elemento reproductor, principio generador del universo. Maljut es la última séfira y simboliza el Reino, atributo armónico entre las cualidades divinas y el mundo. |
Observando el cuadro sefirótico, podemos apreciar un mundo no manifestado, el Ein Sof, el Secreto, lo que el hombre jamás comprenderá.
Estos diez aspectos divinos pueden esquematizarse en una rueda sefirótica que representa el corazón de Dios, en cuyo centro está la belleza (Tiferet). Desde Tiferet surgen una serie de venas por donde circula la Savia Divina.
desarrollando Los 32 caminos
La palabra sefirá, singular
de sefirot, proviene de la raíz SFR, que significa: `numerar', `contar',
`explicar', `escribir', `instruir' y `determinar'; pero que los cabalistas usan
en el sentido de «emanación divina».
Dios dibujó 32 caminos desde la corona
(Keter) hasta el Reino (Maljut).El número 32 es la quinta potencia de 2, es la quinta esencia del hombre. Estos 32 caminos están representados por las 10 sefirot y las 22 consonantes hebreas.
Elhoim es el nombre usado en todo el primer capítulo del Génesis para describir el acto de la creación, y las 32 veces que aparece, corresponden a los 32 senderos de Sabiduría.
Los 32 senderos, expresados como división, constituyen manifestaciones del Entendimiento. La Sabiduría, entonces, representaría el pensamiento no verbal, mientras que el Entendimiento sería su verbalización.
En hebreo el número 32, escrito Lamed Bet (Lev), es la palabra que sirve para designar al corazón; y es que el corazón es la parte del cuerpo en la que se manifiesta la acción de la Mente, el vínculo entre la mente y el cuerpo del individuo. El “rey del alma”.
A la derecha del árbol está el plano de la expansión y a la izquierda el de la atracción.
Expansión -positivo- macho
Atracción -negativo- hembra
La hembra atrae al macho
Atracción -negativo- hembra
La hembra atrae al macho
Diez dedos, diez sefirot,
relación hombre-Dios y el decir, la lengua. El decir y el hacer. Por medio de
la palabra, el hombre ejecuta con sus manos y le da forma a sus pensamientos.
Yesod es la séfira que expresa Fundamento. Denota el órgano viril de la Creación. Diez dedos de los pies y el centro, significando el pacto entre Abraham y Yahveh: la circuncisión.
Yesod es la séfira que expresa Fundamento. Denota el órgano viril de la Creación. Diez dedos de los pies y el centro, significando el pacto entre Abraham y Yahveh: la circuncisión.
El árbol de la Vida marca la evolución del hombre, su ascenso para
alcanzar Atributos Divinos, para crecer místicamente, para conocer la Verdad.
Los Maestros de la Tradición enseñan
que el objeto principal de la búsqueda del hombre, conocer a Dios, sólo se
alcanza por medio de un don, es decir, que se trata de algo que se da y se
recibe, éste es el sentido de la palabra «Cábala».
Por lo tanto, este objetivo
no se logra por elucubración personal o como quien resuelve una ecuación, sino
que se realiza como por succión del fruto de un árbol, absorbiendo su esencia,
así lo describe Isaac, el ciego, en su comentario al Sefer Yetsirá I, 1. En el
Apocalipsis de San Juan (XXII, 14) está escrito: «Bienaventurados los que lavan
sus ropas para tener derecho al Árbol de la Vida...»
Este árbol «fuente de vida
eterna» es el que caracteriza al Paraíso Terrenal, y ¿qué puede ser fuente de vida
eterna sino Dios mismo? Pero resulta que Dios sólo puede ser accesible al
hombre en tanto que manifiesto y localizado.
Esto es todo por hoy chicos...
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